miércoles, 10 de abril de 2019

Un boy scout

No hace mucho lo dije, eres naturaleza, y yo estaba siendo un boy scout recorriendo los senderos de tu piel. Subí la montaña como viaje ecológico hacia tus placeres, conocí la fauna de tu lujuria, la vegetación de tu cuerpo, conocí el clima mixto de tu mirada y terminé encontrando a mitad del camino, una laguna secreta y privada en donde se hallaban todas mis ganas. Recuerdo la brisa fresca que erizó mi piel cada que me acercaba a ese lugar. Cada paso lento que daba era una experiencia maravillosa, era conocer el trabajo de Dios puesto en la belleza de tu paisaje. Las plantas rozaban mis piernas como besos aleatorios en momentos ardientes, y yo, al encontrarme ahí al borde de la laguna, no dudé en sumergirme.
Me lancé, no sabía nadar pero aprendí a hacerlo en estas aguas tan rápido como chasquear los dedos, y ahí estaba el boy scout, bebiendo agua que le faltaba a su cuerpo, la caminata fue larga, la sed hacía parte de él, por eso nadaba y bebía. Era una especie de aquaman sin necesidad de salir a la superficie a respirar, era un pez libre conociendo la profundidad de la laguna bendita.
Entonces llegué al fondo, y encontré unos pequeños diamantes perdidos y rodeados de unos hongos, los probé y el efecto fue alucinógeno, vi un arcoiris debajo del agua en plena oscuridad, donde la presión aumentaba y apretaba mi cuerpo como si quisiera estallar. Cerré los ojos, me liberé, y no sé cómo de repente estaba otra vez en el borde de la laguna.
Lavé mi cara con agua que reflejaba mi imagen de sorpresa, era como un sueño, era un explorador con una valiosa lección de naturaleza. Entonces, recorrí de regreso los senderos por donde inicié mi viaje, miraba de a ratos hacia atrás porque junto al viento escuchaba tu voz pidiendo que volviera a la laguna y yo convencido de que no sólo eres mis cerros orientales, eres mis cerros occidentales, eres el norte y el sur, eres mi brújula y yo, sólo el chico explorador con un trébol de la suerte en el bolsillo de la camisa.

viernes, 5 de abril de 2019

Tus brutales preguntas...

¿Qué voy a hacer contigo? El amor una y otra, y otra vez. Ámame siempre como si fuera el primer día. Y yo contigo prometo ser todos los elementos que existan, los que no se han descubierto, los elementos de la tabla periódica, tu oxígeno, tu H2O.
¿Qué voy a hacer contigo cuando me ames tanto tanto? Voy a tomarte de la mano y meterte a un mundo de fantasías que se harán realidad, voy a hacerte sentir el amor como nunca lo has sentido, voy a ser tu match, tu ser más compatible.
Tu mano sujetando la mía, y... Welcome to my mind.

Eres...

Me preguntas qué eres para mí, qué brutal pregunta.

Eres un ser divino. Sí, es verdad, es que lo divino es poco divino para lo divina que eres.
Eres amor, eres paz, eres naturaleza, eres de las mejores obras de Dios.

Eres todos los elementos.

¡Eres aire! Aire fresco como nómada en mis pulmones, y bueno, como un día lo dije, eres una de las razones más importantes por las que quiero respirar para vivir un día más en el que pueda verte.

¡Eres fuego! Fuego como tus palabras y tus miradas, eres fuego porque ardes en energía. Eres fuego porque tu piel es el clima perfecto de la mía, eres fuego como mis deseos.

¡Eres tierra! Eres tierra que da frutos y buena cosecha, eres terreno perfecto para mis cimientos, eres las raíces que se extienden en mi pecho, tú mi amor, eres tierra mojada en el jardín de rosas que florecen en mi estómago.

¡Eres agua! Agua que quita la sed en mis días más calurosos y sedientos, eres agua libre en el mar, eres agua dulce como la azúcar, eres agua poderosa y bendita, eres fuerte como una ola cuando inicia y eres sensible como espuma cuando termina.

Eres los 4 elementos 🍃💧🔥🌬 ¿y yo?
Yo quiero ser el quinto, el sexto, y así... Hasta mezclarlos todos.

- Eduard Guerrero