sábado, 2 de junio de 2012

"Son las doce y dieciséis de un domingo catorce, yo aún te pienso y no me duermo, ni siquiera yo sé. Sólo quise escribir, hacer lo que mejor hago, decirte un par de cosas que espero no sean en vano. Mis deseos de revolcarme con tu soledad siguen en pie, que nazca tu presencia, que sacies toda mi sed. Necesito que me mires a los ojos y veas mi alma, necesito que seas presente de toda nuestra calma". Eduard Guerrero

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