domingo, 10 de marzo de 2019

Corazón negro

Tengo un corazón negro y no lo digo por triste, por oscuro o por podrido.
Tengo un corazón negro porque está envuelto en cientos de capas de protección, es blindado, pero no indestructible.
Tengo un corazón rojo que está por debajo, frágil y lleno de las cosas que un día me tocó apartar de los murciélagos vestidos de zorras.
Tengo un corazón negro que sólo muestra la lujuria, la pasión y el deseo, porque son cualidades intocables, porque no se pueden dañar.
Tengo un corazón negro que lucha día tras día por brillar aún con su coraza mate ante una sociedad corrupta, mentirosa y desleal.
Tuve un corazón rojo al borde de la línea, al borde del abismo. Y a la fuerza me tocó alejarlo del vacío con un alambre de púas. Tuve un corazón rojo que estaba dañado y seguramente yo lo lastimé mucho más.

Ahora tengo un corazón guerrero como mi apellido, sensible, tolerante y fuerte. Pero tú, tú ablandas mi blindaje, tú pasas del negro al rojo y viceversa, tú eres una advertencia de seguridad en mi sistema, tú no diferencias mi corazón negro del otro, tú sólo ves uno, el que tienes que ver.

Tú, sólo tú.

- Eduard Guerrero

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