miércoles, 29 de abril de 2020

De la A a la Z 🔥

Antes de comenzar el día tus palabras calientan las mañanas frías de esta ciudad. Bienvenido tu cuerpo que no está aquí a mi lado pero tus ideas y tu voz lo convierten en un holograma palpable, una estupenda sensación de sentirte de verdad.
¿Cómo es posible esto? Nunca había sentido algo similar, nunca nadie logró acariciar mi cuerpo en la distancia y que me hiciera aumentar la respiración.
¿Dónde estuviste antes? Porque ahora no te quiero dejar ir, porque quiero que cada mañana agarres con firmeza lo que firmemente y duro pones con tus relatos.
Estoy aquí sometido a todo lo que tu mente explota y a tu lengua atravesando mi piel. Fiel a tu deseo, a tus ocurrencias y a tu saliva como si fuera exquisita miel.
Gozo de cada verbo, de cada acción y de cada sigiloso movimiento. Hecho agua me dejo beber de tus labios, condenado a tu desesperación.
Inercia se aplica en mi cuerpo por cada roce de tu piel con la mía, experimentada en relatos finos de lujuriosas ideas que de ti yacen.
Juro que no miento, me tienes ido en el vaivén de cada cosa que se te ocurre y mi deseo aumenta su peso. Kilos de pasión contenidos en un solo cuerpo y tu notable aceleración por convertirme en tu caballo.
Lo sabías, lo querías, lo planteaste, eres inteligente pues querías endurecer fuertemente mi herramienta para cabalgarme en tus terrenos.
Moría lentamente seducido por tus pausados movimientos mientras me sostenía de tus caderas.
No, por favor no pares, sigue así con tu relato, me volví un novelista y un lector por esa creatividad que de ti sale.
Ñoño parezco, porque quiero leer y leer sin parar, sentirme ahogado de tu peso encima de mí, pues lo que te pesan son las ganas.
Ofrezco mi elixir de vida si eso quieres, en el lugar que lo prefieras, ya soy tuyo, ya me tienes, no quiero que te detengas y menos que lo desperdicies.
Primero fueron tus suaves caricias recorriendo mi pecho, ahora es tu ritmo aumentando al son de lo que sientes.
¿Qué voy a hacer? Ni tú, ni yo podemos soportarlo. Respiro porque en verdad no tengo aire.
Sostengo mi mirada con la tuya al compás de tus versos, mis masajes en tu pecho con un dedo puesto en cada punta.
Te estoy sintiendo en la distancia, logras hacerlo una realidad. Vivo el momento mientras aprietas con tus pronunciados labios mi firmeza.
¡Wow! ¿Qué ha sido eso? Mi corazón ya tiene problemas cardíacos cuando tus más deliciosas y afinadas melodías llenan la habitación.
Xenofobia no tengo, al contrario, tu acento suma y no resta a cada cosa que me detallas aunque no seas de mi tierra. Y es que ya no podemos aguantar, te mueves y te mueves, ambos sin aliento ya queremos explotar.
Zumbidos se apoderan de nuestro cuerpo y en medio del zigzag, boom, explotamos a la par, con esto ya sé que siempre podré acabar con todo lo que haces y con lo que eres capaz.

De la A a la Z, como llamándote al revés. Como poniendo cada letra del abecedario de principio a fin y después de cada punto. Como cuando empezó esto y terminó en ti. En vos, en lo que sos.

- Eduard Guerrero

No hay comentarios.:

Publicar un comentario